Un día, se enfadó conmigo el sol;
para siempre, porque decía que ya no quería verlo,
y que cada vez que amanecía, y no me encontraba,
se ponía triste,
porque pensaba que ya no me importaba,
que la prefería a ella, a la luna.
Y por ello, el sol, para hacer que me sintiera mal,
cada vez que creía verme con ella, los dos solos,
en cualquier esquina,
de cualquier calle,
de cualquier ciudad,
barría la oscuridad, cómplice, que nos tapaba,
y traía consigo el día, con su olor a césped,
sus amapolas rojas, mis ojos rojos, los perros,
las ranas, mi dolor de cabeza, su sed y,
nuestro amor imposible.
Lo cierto era, que en esa época,
ni me acostaba con ella, ni me despertaba con él.
Y la luna, un día, se enfadó conmigo;
para siempre, porque decía que las prefería a ellas, a las estrellas.
Que era lógico, decía. «Son más guapas, y más listas».
Pero menos fieles, querida mía.
Y por ello, la luna, para hacer que me sintiera mal,
cada vez que me veía con ellas, o sólo pero con ellas,
en el asfalto, o sentado sobre algún viejo suelo adoquinado
que sin duda habría conocido épocas mejores,
me lanzaba pequeñas estrellas, de barro,
para que las hojas secas y sus ramitas me pincharan,
y arañaran la cara, para que, cuando volviera con ellas,
me vieran feo,
y no quisieran ya
quedarse nunca conmigo,
ni en mi pecho,
vacío de aire.
Wao.
Deberían de prohibiros escribir...a todos.
Mandaros a otro planeta,desterrados por ser demasiado buenos.
Y un día, todos los Fenómenos Cósmicos, se enfadaron conmigo;
para siempre, porque decían que ya nos les prestaba atención.
Y por ello, para hacer que me sintiera mal,
Los Meteoritos, levantaban la tierra al estrellarse junto a mi, haciendo que el polvo entrase en mis ojos: lagrimas y ceguera.
Los Cometas brillaban fuerte, para romperme el alma y poder quedarse con los trozos.
Y las Lluvias de Estrellas me manchaban, de recuerdos tristes, la frente.
Fue entonces cuando, cansado, metí los pies en el mar y me dejé llevar por las olas.
Lo que no sabía yo; hasta entonces, era que las mareas las gobernaba la Luna. Y es que, un día, el Destino, se enfado conmigo;
para siempre.
Lady in the Water
Posted by: Lady in the Water en: 1 de Septiembre 2006 a las 02:44 AMsi que me ha molado si señor, y la parte de de no acostarse con una ni despertar con el otro sublime. sigue asi
Posted by: ridar en: 1 de Septiembre 2006 a las 02:51 AMotoño-invierno
Posted by: lembd en: 6 de Septiembre 2006 a las 02:50 AM Escribe un comentario